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Inseguridad en las instalaciones, botes de aguas negras al lado de la sala de cuidado intensivo, baños en mal estado, alta temperatura en la morgue y falta de equipos, son algunas de las irregularidades que presenta el Hospital Ana Francisca Pérez de León, ubicado en Petare, municipio Sucre, del estado Miranda, de acuerdo con la denuncia formulada por Amorín Jorge, candidato a diputado a la Asamblea Nacional (AN).
El candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) sostuvo que la alcaldía de Sucre, del estado Miranda, no cuenta con la voluntad técnica, administrativa ni política para llevar las riendas del hospital. Así lo reseñó la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Refirió además que la salud de los habitantes de Petare no puede estar en manos de un pequeño grupo burgués sino bajo la responsabilidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Amorín denunció asimismo que el Ejecutivo Nacional otorgó hace meses diversos equipos médicos, los cuales están almacenados en la escuela de la policía de Sucre y que la sala de pediatría está cerrada desde hace tiempo.
«Los equipos médicos donados por el Estado deben estar dentro del hospital y no fuera de él. Igualmente, hemos recibido denuncias por parte de la comunidad sobre la existencia de una gran cantidad de animales rastreros en el quirófano, comedor, consultorios y en la sala de espera. Eso es un abuso», manifestó el candidato por el circuito 3 del estado Miranda.
Sostuvo que el Gobierno Nacional ha destinado suficientes recursos económicos y que la misma alcaldía de Sucre cuenta con ingresos propios para mantener este centro de salud en óptimas condiciones.
Igualmente, dijo que la morgue del hospital cuenta con alta temperatura porque los cavas no funcionan, lo que podría contaminar las instalaciones del centro de salud.
Francisco Gutiérrez, habitante del Barrio Unión, de Petare, sostuvo que en el hospital Pérez de León no hay insumos médicos ni equipos médicos que garanticen la salud de los pacientes.
«Este centro de salud es un verdadero cáncer y un desastre. Los pacientes pueden esperar hasta siete horas para ser atendidos, los médicos están inconformes con las condiciones de trabajo y la inseguridad que proporcionan los efectivos policiales de Sucre es insuficiente. Esto es un verdadero caos», dijo el habitante de la populosa parroquia.
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